Una joven bañándose en el Monte Neme. INSTAGRAM
El Monte Neme, ubicado en la comarca de Bergantiños (A Coruña), se ha convertido en toda una atracción turística para el postureo de Instagram debido a su paradisíaco lago turquesa. Sin embargo, bañarse en sus aguas tiene consecuencias: varios usuarios de esta red social ya han manifestado problemas de salud por haberse metido en ellas.
Este fotogénico lago es en realidad una balsa perteneciente a una antigua mina de wolframio que estuvo en funcionamiento desde la II Guerra Mundial hasta 2012. Los nazis extraían de esta mina ese material para fabricar diversas armas de combate y municiones. Sin embargo, el desconocimiento ha hecho que muchos usuarios se adentraran en este lago tóxico para posar en una fotografía.
“Estuvimos con vómitos y ronchones en la piel una semana”, comenta Uxía, una de los usuarias de Instagram afectadas. “Yo me recuperé a los 6-7 días, pero a Cris la tuvimos que llevar al hospital porque se le caía la piel y le recetaron medicamentos… Una movida”, apunta poco después. A pesar de haberlo pasado “un poco mal”, asegura, “la foto lo valía”.
Tal y como apunta Manuel Ferreiro, médico adjunto del servicio de urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) "si nos bañamos puntualmente lo más probable son problemas oculares e irritativos, irritación de las mucosas oculares e irritaciones cutáneas.
Si es de una manera prolongada e ingerimos algo de agua, fundamentalmente trastornos digestivos, vómitos y posteriormente diarrea. Si es un baño corto no sería grave. El problema de estas balsas es la filtración de esos metales pesados a aguas subterráneas y que eso llegue a un consumo de los habitantes de la zona en traídas de agua", indica en declaraciones a la Cadena COPE.
A pesar de que esta afectada sostiene que no vieron ningún cartel avisando del peligro y se aventuraron al agua porque “había unos chicos bañándose”, otro usuario le ha respondido de manera contundente en la misma red social: “En la entrada de la mina ya pone un ‘prohibido el paso’ que evidentemente se sobreentiende que también es un 'y el baño”. Por su parte, el colectivo Salvemos A Cabana ya ha pedido a la Xunta de Galicia un mayor “control administrativo” debido a los “riesgos para la seguridad y la salud” de esta mina abandonada, según recoge Diario de Pontevedra.
Y esto de propina:
Los comienzos
Allá por los años de la I Guerra Mundial se empezó a arañar en el Monte Neme este mineral que en aquel tiempo era usado para los filamentos de las bombillas y para endurecer el acero. Sobre todo por esta última utilidad, el wolframio estaba ya convertiéndose en un mineral de carácter estratégico, que los militares ingleses y alemanes intentaban tener lo más controlado posible. Aunque por aquellos años el mineral del área de Carballo ya era conocido, apenas fue explotado, quedando la minería gallega de wolframio reducida a dos zonas aprovechadas por una antigua empresa inglesa, la de Lousame y la de la línea Beariz-Fontao.
Los alemanes en Carballo
En las vísperas de la II Guerra Mundial, la Alemania nazi, que no tenía en su territorio minas de wolframio, buscó desesperadamente una fuente para aprovisionarse de este mineral de importancia estratégica. Frente a las previsibles dificultades de suministro desde China o Birmania en caso de guerra, tenía que encontrarlo en Europa, donde este mineral es escaso, ya que se da practicamente sólo en Galicia, Portugal y en la provincia de Cáceres.
De este modo, Hitler reclama al gobierno franquista, como cobro por la ayuda militar y económica prestada durante la Guerra Civil, autorización para organizar dos empresas destinadas a la explotación del wolframio en Galicia. Como las antiguas de Beariz y Lousame ya estaban en explotación, los alemanes se dirigieron a dos zonas que practicamente estaban sin explotar, el núcleo minero de Casaio y la comarca de Carballo. Para este último objetivo, y sobre todo para la explotación de las de Monte Neme, habían constituído en Vigo una empresa denominada " Estudios y Explotaciones mineras Santa Tecla ". Los alemanes llegan así a Carballo ya antes del final de la Guerra Civil.
El auge minero
El wolframio gallego tenía para los alemanes una importancia decisiva. Era practicamente su única fuente de suministro, algo que los americanos e ingleses conocían. Los alemanes necesitaban el wolframio gallego para endurecer los blindajes de su armamento y sus enemigos tenían que evitar a toda costa que esto ocurriese para así poder dañar facilmente sus Panzer. Galicia se llena así de agentes alemanes dispuestos a conseguir el material a cualquier precio y de agentes aliados dispuestos a evitarlo. Las minas de la comarca de Carballo pasan así a tener una importancia estratégica desconocida hasta aquella época. El precio del mineral se multiplica por cien. La fiebre minera comienza en Monte Neme.
La fiebre minera atrae a la comarca toda caste de aventureros y especuladores, mientras que el Monte se llena de mineros. En conjunto, el dinero abunda y la actividad se incrementa. La ciudad de Carballo crece como nunca. De los 1500 habitantes que tenía en el año 1940, que es cuando comienza la fiebre, pasa su población a 3000 en sólo diez años.
… y la decadencia
El final de la Guerra Mundial significa el fin de este primer auge minero, ya que los precios caen por la oferta de mineral de países como los citados antes y de otros nuevos como Bolivia. Un segundo auge se producirá en los primeros años 50 por causa de la guerra de Corea, que tira de los precios nuevamente al alza, ya que la guerra interrumpe los suministros del Extremo Oriente.
Con el fin de la guerra de Corea y la regularización de los suministros de los grandes productores, la mina de Monte Neme, como toda la gallega de wolframio, pierde importancia y empieza su decadencia. La explotación de Monte Neme es precisamente una de las que resisten más tiempo, ya que aunque no volverá nunca al esplendor de las épocas de guerra, seguirá en funcionamento hasta los años 1980. El final de la extracción de wolframio cerró una época en la que nombres como Carballo o Monte Neme resultaban familiares en todas las cancillerías europeas.
http://www.finisterrae.org/info.php?informacion=84&idioma=es&sec=20