Quien lo diría: cuando Stan Lee al guión y Jack Kirby al dibujo crearon a los X-Men (que aquí serían conocidos con el tiempo como la Patrulla X…), tuvieron que esperar a que su potencial explotase allá por 1974, cuando Chris Claremont decidiera “resucitarlos” tras una carrera comercial que duró hasta 1968, cuando la colección fuese cerrada, llegándose a republicar los cómics hasta que apareciese ese Giant Size X-Men en el 74. Este número 1 viene a indicar las pautas que seguirían varios de los números de los mutantes, revelándose las identidades de los miembros del mismo, y de su líder, alguien que, de manera intencionada, Stan dejó inválido pero dotado de un gran e inmenso poder telepático.
La primera página deja claro quien es el líder del grupo y cual es su poder: el Profesor Charles Xavier usando su mente, se comunica telepáticamente con sus alumnos, que son Cíclope (debido a los rayos de energía que suelta por los ojos, protegidos por visores o gafas de rubí…), Ángel (apodado así por las alas de su espalda…), el saltarín y asaltante de ventanas Bestia, y el sorprendente Hombre de Hielo (que llevaría botas en un principio para darle aspecto “humano”, evitando hacer una figura escarchada andante…). El Profesor los ha reunido para que comiencen a ejercitarse en lo que el tiempo sería la “Sala de Peligro” (lugar donde los X-Men practican sus poderes, ya sea en combate individual o colectivo, con el fin de practicar defensas o ataques conjuntos ante diferentes amenazas…), saliendo bastante bien airosos en sus ejercicios, destacando sobre manera el Hombre de Hielo, el benjamín del grupo, ya que con 16 años tiene buen y completo dominio de sus poderes (es lo que tuvo el éxito de Spiderman, que cualquier crío ya destacaba en los grupos…).
Tras promover como ejercicios ataques entre todos ellos, el Profesor Xavier ordena detener los ejercicios y manda a sus pupilos a sus cuartos a cambiarse de ropas, pues un taxi llega en dirección a la escuela con una joven en su interior. La joven destaca por ser guapa y pelirroja y que ha acudido a la Escuela de Xavier para jóvenes talentos tras hablar el Profesor Xavier con los padres de la muchacha. Ella se llama Grey, Jean Grey, y tal como la comenta Xavier, ella poseé “talentos” al igual que sus estudiantes, los cuales acuden a saludar a Jean mientras el Profesor les presenta por sus nombres reales y su alias o apodo cuando van como los X-Men.
Tras soportar la galantería de los chicos, Jean hace demostración de sus poderes, empezando por los telekinéticos al mover con su mente la silla que Scott la acercaba, y posteriormente, con poderes telepáticos, cercanos o superiores a los del propio Profesor Xavier. Éste le explica a Jean que el origen de sus poderes viene debido a que sus padres estuvieron trabajando en la bomba atómica, siendo él, como otros muchos con poderes, fruto de la mutación, siendo el siguiente paso de la evolución humana… y además, aquí Xavier comenta que su invalidez es debido a un accidente de infancia (algo que con el tiempo, se modificaría, achacándolo a sus servicios en la Guerra de Corea, quedando inválido tras conseguir su hermanastro Caín Marko, el rubí de Cyttorak que le convertiría en el Juggernaut…).
Con un total e inusual entusiasmo, Jean se une a los X-Men (eran otros tiempos, concretamente, los 60…), siendo informada por Xavier que hay otros mutantes por el mundo, mutantes que a diferencia de él, buscan imponerse sobre la humanidad y destruirla, como la Hermandad de Mutantes Diabólicos, para después, ver a su líder, Magneto, quien lleva meses preparándose para sabotear el lanzamiento del cohete mas poderoso del mundo, algo que consigue merced a sus poderes mutantes del magnetismo, modificando la trayectoria del cohete y hacerlo explotar, pero no solo logra eso: Magneto manipula la ametralladora de un vigilante para activarla, disparando a todo el mundo, y después, un tanque. Finalmente, usando partículas de hierro, Magneto deja un mensaje en el cielo de la base militar:
“¡Entregádme la base o la tomaré por la fuerza!
Magneto”
Antes de ir a la base, usando sus poderes magnéticos amplificados desde su base, Magneto levanta un misil con sus poderes de un silo de misiles nucleares, lográndolo activar y hacerlo explotar cerca de un barco no tripulado para asombro y miedo de los militares de la base… pero lo mejor ocurre cuando el propio Magneto llega con su traje de batalla a la base militar: tras amenazar con dispararle, los soldados se encuentran con que sus armas pesan demasiado o que no pueden apretar el gatillo, consecuencia de los poderes del Amo del Magnetismo. Sin imposición humana capaz de hacerle frente, Magneto se hace con el control de Cabo Ciudadela.
Mientras, Jean Grey se mira al espejo vistiendo el uniforme que llevará como parte de los X-Men, sin saber que era observada por los demás muchachos de la escuela. Una vez descubiertos, se abre un conato de discusión que es interrumpida por el Profesor Xavier, que con una orden mental convoca a sus chicos y a Jean a acudir en su presencia, informándoles de que Cabo Ciudadela es objeto de una crisis, siendo señal de que algún mutante esta detrás. Xavier ordena a sus muchachos que viajen a Cabo Ciudadela a detener a ese mutante y así desplegar sus poderes ejercitados tras duro entrenamiento.
Después de un viaje en coche con cristales tintados y luego en un avión pilotado por los impulsos mentales del Profesor Xavier (no, no es coña, lo dice una sorprendida Jean al enterarse de que no hay nadie en la cabina del avión…), los X-Men llegan cerca de la base, encontrándose de entrada con la oposición militar, eludiéndola facilmente usando sus poderes, mientras Cíclope se centra con sus rayos ópticos en el campo electromagnético que Magneto tiene en la base. Éste nota la fuerza de los rayos ópticos de Scott y tras verlos por un monitor, decide enviarles misiles de seguimiento para liquidarlos, siendo bloqueados algunos por la nieve del Hombre de Hielo o por los pies (sí, pies…) de la propia Bestia o la telekinesis de Jean, lo cual provoca en Magneto una mezcla de respeto y envidia al mismo tiempo, al verles perfectamente coordinados.
Ángel se lanza a por Magneto pero éste le pone toda una nube de objetos metálicos que Cíclope destruye con sus rayos ópticos. Con el fin de acabar con los X-Men de un plumazo, Magneto les envía magnéticamente un gran bidón de combustible ardiendo que pese a los esfuerzos del Hombre de Hielo por contener el fuego del bidón, al final acaba estallando.
Magneto busca acercarse para ver si ha conseguido matar a esos jóvenes… para descubrir que han sobrevivido a la explosión y que le plantan cara tras salir de la tierra, obligando al Amo del Magnetismo a huir de la base sin que los X-Men pudieran detenerlo. Los militares felicitan a los pupilos de Xavier por detener a Magneto sin necesidad de pedir revelar sus identidades reales así como el compromiso de Cíclope de ayudar al ejercito de los USA si hay nuevas amenazas. Además, en el avión, son felicitados telepáticamente por el Profesor Xavier tras su labor en la base.
Como podéis ver, un primer número de lo más movido donde tenemos presentación de personajes, un miembro nuevo en el equipo… y la presentación de una de las némesis del grupo demostrando por qué es la amenaza que es para el mundo. Una presentación de los mutantes ante un mundo que los odia y teme, y que con el tiempo, llegaron a ser el músculo financiero de una Marvel que vivió todo un resurgir mutante en 1974, dando pie a un sin fin de colecciones, personajes con mucha “garra”… y un boom en los 90 que hoy día se sigue recordando.