El análisis formal de Terraria debe ser una de las cosas más soporíferas del mundo, especialmente porque todo el mundo sabe de qué va. Se trata de uno de los videojuegos independientes más vendidos y ‘mainstream’ de los que se tenga constancia, hijo de Andrew (Redigit) y Whitney Spinks (Cenx) , desarrolladores del título y feliz matrimonio en la vida real, que por supuesto cuentan con el inestimable apoyo del resto de miembros de Re-Logic, firma bajo la que se trabaja en este proyecto que lleva consolidándose como lo mejor del género desde hace 9 años. Ha habido algunos baches por el camino; debido al nacimiento de su hija, Redigit decidió abandonar el proyecto allá por la versión 1.1.2, un año después de su salida al mercado virtual, y ‘long story short’, fue convencido para regresar, sacar la masiva 1.2, después la 1.3 y ahora estamos aquí, en la increíble y “última” 1.4. Desde luego que estas no han sido todas las actualizaciones de Terraria, sino que ha habido multitud de versiones intermedias que han ido agregando más y más contenido a un juego al que, en realidad, ya no le faltaba nada, pero como todos sabemos siempre se puede apuntar más alto.
La reciente 1.4 se postula como la última gran actualización del juego, un ‘revamp’ en toda regla que ha cambiado desde los gráficos a los efectos visuales. Enemigos, personajes, fondos antiguos y agregados, hechos de nuevo, la pantalla de título, la OST, una enorme cantidad de armas, armaduras, accesorios y objetos. Todo ha sido regulado, cambiado, funcional y estéticamente, se han añadido unos 800 objetos nuevos, NPCs, un sistema de felicidad de los habitantes, nuevas líneas de diálogo, una nueva pantalla de creación del personaje, nuevos microbiomas… Cuando esta gente hace algo, lo hace a lo grande, y siempre de forma gratuita. Terraria es, con diferencia, el juego que más me ha dado por menos en mi vida como jugador. ¿Pero por dónde empezamos? Alguna gente se alejó del título o nunca llegó a verlo como nada más que un Minecraft en 2D. Lo cierto es que, para cualquiera que haya jugado Terraria, esto dista mucho de la realidad. Prueba de ello, es que en ocasiones los que llevamos un tiempo jugando olvidamos que en Terraria se puede construir.
Un Sandbox que funciona como Plataformas de Acción y Bullet Hell.
Estoy seguro de que nunca habéis visto a Terraria descrito así, pero la cosa es la siguiente: Terraria es un juego donde impera el saber moverse, y a medida que progresa, más y más elementos convergen en pantalla, llegando a convertirse en una auténtica locura de proyectiles y enemigos que te atacan de un lado y otro mientras vuelas a toda hostia. En Terraria se mina, y de hecho, el minar -o más bien la exploración del subsuelo- es una parte fundamental del desarrollo del juego, pero la diferencia radica en el motivo. No haces las cosas “porque sí”; siempre tienes un objetivo en mente. “No puedo pasar este área, necesito mejor equipo”, “este objeto es bueno, pero me vendría genial mejorarlo con esto”. La exploración del subsuelo, así como la de la superficie, es vasta y rica en variables. Infinitos cofres y drops condicionan el modo en que avanzas por el juego, incluso aquellos minerales predeterminados que siempre estarán presentes en el mundo, como el cobre o el hierro, tienen versiones alternativas diseñadas para sustituirlos al crear el mundo. Puede que en tu mundo no exista el cobre, pero sí el estaño. Antorchas de mil tipos, cuerdas, mobs, accesorios, cofres trampa, rocas que se desprenden, mortales fosos de arena, raíles con vagonetas, y no una, ni dos, decenas de ellas, o clases. Puedes especializar a tu personaje en cuatro estilos distintos de juego: cuerpo a cuerpo, distancia, magia e invocador. Cada uno de ellos cuenta con sus propias armas e incluso accesorios para ver modificado su desempeño en combate, accesorios que, además, pueden ser reforjados un número indefinido de veces en el pertinente NPC para adquirir el atributo que deseamos (un Cobalt Shield pelado será, eso, un Cobalt Shield pelado, pero un Warding Cobalt Shield nos estará dando un bonus de 4 de Defensa extra al equiparlo); esto, también, permite que uno afronte el juego como quiera, dándole un enfoque defensivo, ofensivo o una mezcla de ambos, según lo confiado que se sienta.
El jugador debe proponerse metas, probar contra los jefes en el orden recomendado y disfrutar de la experiencia, entendiendo qué falla y qué funciona. Encontrará multitud de objetos distintos, más aspectos decorativos de los que está acostumbrado a ver en cualquier otro juego, hallará NPCs a los que tendrá que rescatar para agregarlos al grupo y beneficiarse de sus servicios, podrá pescar, siendo esto todo un mundo más allá de un minijuego, utilizando lo pescado para mejorar a su personaje ya sea cocinando o por medio de pociones, utilizando distintos tipos de cebo y cañas, todos ellos de una eficiencia distinta, incluso algunas diseñadas para poder pescar en lava. Los días de lluvia serán los indicados para esto, ya que refuerzan el potencial de pesca. Entendéis la complejidad del asunto si empiezo a entrar en detalles, todo, todo está cuidado y expandido, casi cualquier cosa en la que pienses ya está trabajada. El golfista, es un nuevo personaje que por sí solo ha permitido que la comunidad se vuelque en la creación de mapas diseñados expresamente para jugar al golf, y creedme, hay auténticas locuras de campos de golf con mecanismos automatizados.
Al derrotar al jefe final del modo normal, el juego volverá a comenzar, esta vez habilitando el denominado ‘Hardmode’ de Terraria. Nuevos biomas aparecerán, también nuevos enemigos, objetos a los que se tiene acceso y jefes. El ‘Hardmode’ de Terraria es aún más masivo en opciones que el ‘Easymode’, así que para el jugador que haya dedicado días a alcanzar este punto, se sentirá como quitarle una venda de los ojos y revelarle poco a poco el mundo que aún puede recorrer. Entrar en detalles pormenorizados sobre todo lo que Terraria puede ofrecer al jugador, en materia de objetos, NPCs, efectos de armas, pociones, etcétera, es una locura. No merece la pena. La forma correcta de vender la idea es ésta; hay mucho por hacer, y sólo puedes descubrirlo plenamente al lanzarte en su mundo.
Recomendable para las mentes creativas que sólo desean
dejar volar su imaginación.
Os presento a Khaios. Khaios es un usuario reconocido de la comunidad por sus dotes como diseñador. Khaios vive de Terraria. Así es. Khaios no hace gameplays. Khaios no juega al juego tan masivo que os he descrito antes. A Khaios no le importan las armas, armaduras, subsuelo, mecánicas, jefes. Khaios construye, y se ha hecho un sueldo a base de ello. Porque Terraria es tan, tan grande, que si hablamos de posibilidades a la hora de construir, pocos títulos pueden hacerle sombra. Esto es demasiado impresionante, considerando que, por su enfoque, el aspecto jugable parece relegar todo a un segundo plano.
La cantidad de bloques, paredes de fondo, decoración varia con distintas ambientaciones, pinturas, incluso hay un NPC, el pintor, que vende pinturas especiales, el poder hacer que un mismo bloque adopte diferentes formas golpeándolo con un martillo, todo ello crea una cantidad infinita de variables que permite hacer locuras como estas:
Tomad, por ejemplo, esta edificación de aspecto minimalista:
Prácticamente cada ‘tile’, cada cuadro, es un objeto con su ID único dentro del juego. Desde la puerta escogida de entre decenas de ellas, al tipo de cristal con el que se han hecho las ventanas, el tipo de madera, la flor en la maceta, tanto el tipo de maceta como el tipo de flor, el tipo de trampilla para subir al segundo piso, las paredes escogidas, la banqueta, la chimenea, la barandilla, el barril… Todo, todo tiene sus trescientas versiones o puede alterarse como te dé la gana para crear un efecto distinto. Hasta la cama situada arriba a la derecha es sólo uno de los varios tipos de camas que existen en Terraria. Qué, ¿la cama es algo bastante intrascendente, no? Éstas son todas las camas que tiene Terraria. Porque sí: https://terraria.gamepedia.com/Beds
Khaios lleva más de 6.000 horas jugando Terraria, una cifra inusualmente alta incluso para los más acérrimos del título, y pese a todo, la casi totalidad de esas horas las ha dedicado a la creación de mundos y estructuras. Si eres una persona creativa e incluso ya has hecho tus pinitos en otros juegos como Minecraft, no puedes concebir las opciones que Terraria te brinda en materia de construcción hasta que tú mismo des el salto. A qué estás esperando.
Soporte nativo para mods.
Terraria siempre ha tenido una comunidad bastante activa, pero ahora, con la venida de Journey’s End, se puede descargar el asistente de mods desde la propia Steam. Si pensáis que todo lo que os he dejado entrever hasta ahora, que para nada se corresponde con la burrada de cosas que puedes hacer y ver en el juego realmente, es de por sí impactante, esperad a ver creaciones de la comunidad como el Calamity’s Mod, que coge todo lo que tiene el juego base y lo eleva a unos niveles absurdos de añadidos, aunque también es más difícil que la experiencia original.
Por qué es infructífero intentar profundizar en los aspectos de Terraria.
Es demasiado grande. No tendría ningún sentido ir bioma por bioma, describiendo sus enemigos, propiedades, qué se hace en él y cómo afecta al conjunto del juego, porque eso sería describir la experiencia jugable en sí y entonces esto sería una guía. Tampoco tiene sentido hablar sobre cómo funciona el sistema de felicidad de los NPCs, o de que puedes teletransportarte entre diferentes lugares de su mundo, o que puedes crear sistemas automáticos de lo que quieras, o que haciendo una acción determinada estás provocando un cambio en cierto sitio del mundo que después valdrá para progresar en una parte del juego. Todo eso son concreciones, que las tiene y muchas, que se aprenden durante la sesión de juego.
Quedaos con esto. Terraria es enorme. Tiene muchísimo contenido, y no contenido basura, sino que todo está trabajado, y se nota que lo intenta, a unos niveles enfermizos. Tanto si eres el tipo de jugador que gusta de un reto, porque es retante, te lo aseguro, como si eres el tipo de persona que quiere diseñar en 2D y darle aire fresco a su vena creativa, Terraria es tu juego. Se trata, sin ningún género de duda, del mejor juego independiente que he jugado en mi vida, y toda una lección de lo que significa tener pasión por un proyecto, así como uno de los pocos ejemplos que conozco en los que el contenido a lo bestia sí se refleja en términos cualitativos, aunando ambos, mucha cantidad y todavía más calidad vertida en ella.
