En la segunda parte el Lyon no bajó ni una, ni dos, ni tres marchas el ritmo, sino por lo menos cuatro. Con el marcador favorable por 4-0, con el encuentro totalmente controlado y con el mundial a la vuelta de la esquina (comienza el 7 de Junio), el equipo decidió no acometer riesgos y no forzar más de la cuenta. Esto dió aire a un Barcelona que con el paso de los minutos se sentía más cómodo en el terreno de juego, gracias a que su rival le dejaba respirar y hacer. De vez en cuando las franceses intentaban meter el miedo en el cuerpo con alguna jugada aislada de combinación, demostrando su poderío e intentando intimidar lo suficiente a las catalanas para que se amedrentaran y así no tener que forzar demasiado la maquinaria, evitando riesgos innecesarios de cara al mundial (lesiones inesperadas).
Fruto de ese contexto, el Barcelona dispuso de varias ocasiones para acortar distancias en el marcador. La primera ocasión manifiesta fue un centro desde la banda derecha que es mal despejado por la defensa francesa y el balón cae en los pies de Martens dentro del área, quien ante la presencia de una defensora, opta por tirar por el palo izquierdo en vez de por el derecho (temiendo que le tapasen el tiro), enviando fuera una ocasión clara.
La segunda ocasión manifiesta fue un pase en profundidad y al hueco que recibe Vicky Losada en la frontal, consiguiendo controlarlo con acierto, internándose en con éxito en el área. Sin embargo en vez de chutar por el palo largo, decide picar el esférico con una vaselina, enviándola fuera. Sin duda alguna, su decisión no fue acertada.
Este tipo de detalles son los que diferencian a un titán como el Lyon del Barcelona: el Lyon tuvo seis ocasiones en media hora y metió cuatro, efectividad pura y dura. En cambio el Barcelona erró todas sus ocasiones claras y manifiestas de gol a excepción del tanto de la honra al final del encuentro. Esa es la diferencia entre un equipo grande y otro que está en vías de serlo: la gestión de los encuentros, no fallar las que se tienen, ser letales en los metros finales. Y en eso el Lyon es experto.
Finalmente en el minuto 88 un pase en profundidad y al hueco fue interceptado por Oshoala (recambio que fue la mejor del conjunto catalán en el segundo tiempo, gracias a su persistencia y entrega) que llegó hasta el área y definió con clase y seguridad ante la meta del conjunto franco.
Una vez más se evidencia la enorme diferencia de calidad y nivel entre el Lyon y otros conjuntos, siendo el Wolfsburgo uno de los pocos que puede plantarles cara. Sin embargo si el Barcelona hubiera adoptado una táctica más adecuada teniendo en cuenta el nivel de las rivales, optando por un sistema más defensivo, que entorpeciera el avance de las contrarias al juntar líneas y buscara el contraataque en sus pérdidas de balón, seguramente hubieran podido plantar cara y no despedirse del trofeo a la media hora. Porque es evidente que las jugadoras del Lyon no son perfectas, son humanas y tienen errores, como demostraron hoy. El día en que se invierta en la misma medida que en Francia o Alemania, seguramente los equipos españoles serán conjuntos a batir. Mientras tanto, esta es la tónica que imperará por muchos años.
Termino compartiendo el resumen del encuentro:
https://www.youtube.com/watch?v=5QpKQLx0G1s
¡Saludos!