No voy a dar nicks concretos por respeto obviamente, pero cualquier usuario activo del foro sabrá a quién me estoy refiriendo.
Muchos pensaréis “bah, qué más da, que le den”. O quizás “meh, no tenía ninguna razón para cancelarse ni para enfadarse”, o tal vez “aquí todos somos amigos, chico”. La realidad es que creo que a muchos (por no decir todos) se nos olvida que, detrás de un nick hay una persona que siente y que padece, con sus luces y sus sombras, con sus virtudes y sus miserias. Y no todos somos iguales, no todos nos tomamos las cosas de igual manera, y no a todos nos afectan las cosas por igual. Sí, él era totalmente libre de tomar la decisión, y nadie le obligó. Pero quizás muchos le “forzamos” a hacerlo, de una forma u otra.
No conozco a esta persona más allá de los pocos mensajes que hayamos podido intercambiar por este foro. Pero sí conozco la sensación de ser objeto de burla, diana de mofas. Algunos afortunados quizás nunca hayan tenido que experimentarlo, y no sé si felicitarles o darles el pésame. Porque si bien ese tipo de experiencias te marcan, el hecho de no haberlo experimentado también te marca. Si es para bien o para mal, ya depende de cada uno. Pero no deja de ser una experiencia que, con el paso de los años, te otorga perspectiva, en el mejor de los casos. Y en el peor de los casos, te convierte en una persona insegura, con poca autoestima y vulnerable.
Sí, seguramente nadie tuvo intención real de hacer daño. No creo que haya tanta gente mala por aquí (alguno habrá, supongo, pero dudo que sean mayoría). Pero creo que todos hemos pecado de falta de empatía. No hemos sido capaces de decir “oye, está bien echarse unas risas pero joder, una broma deja de ser broma cuando alguien no se ríe”. Y a lo mejor ese es el problema, que todos nos reíamos y no nos hemos parado a pensar que quizás alguien no se estaba riendo.