Me ha llamado la atención la recuperación de esta película de animación española de 1945, la primera obra en color de Europa y la primera de animación de España. Seguramente la película no será muy allá pero tiene mucho mérito haber hecho esto en 1945. Para que luego digan que España estaba totalmente sumida en las tinieblas. Pues no, había gente que podía levantar proyectos aunque fuera con muchas dificultades.
Garbancito de la Mancha está basada en un cuento de Julián Pemartín, un escritor falangista. “La relevancia del filme es total, porque es el primero el color. Se pudo hacer porque potencias europeas, como Francia, Italia o Gran Bretaña estaban metidas en la Segunda Guerra Mundial. Todo lo demás era, obviamente, secundario. De eso se dieron cuenta las autoridades franquistas y plantearon la realización del filme”, apunta Jordi Sánchez-Navarro, especialista en cine de animación y autor de La imaginación tangible (Editorial UOC). Garbancito de la Mancha está dirigida por Arturo Moreno, figura prominente del tebeo español, y la elaboración fue una “odisea”. “Técnicamente, España no estaba preparada. Hubo que viajar a Suiza a por el material, que venía en tren pasando por países en guerra. La técnica del coloreado, Dufay, se tuvo que realizar en Inglaterra”, apunta Sánchez-Navarro.
Cuando se estrenó fue un éxito en España. José María Blay, un experimentado y hábil productor catalán, copió el modelo estadounidense para promocionar la película: realizó pases previos para periodistas, envío a los diarios abundante material gráfico e incluso comercializó, con éxito, objetos relacionados con la cinta, al estilo de Star Wars. Se vendieron muñecos (los de más éxito, los de Garbancito y su cabra), álbumes de cromos, pósters…
Un saludo