Comentarios de Jackie Daytona
Autor de Encerrado fuera
Encerrado fuera – Sala de patos
Pensé y escribí este relato en una media hora, el domingo por la tarde, solo por dejarlo para última hora, como está mandado, debería llevarme los 3 puntos.
Como estaba un poco vago para idear historias, fui a lo fácil. La condición ya me da la presentación de la historia, así que me puse en el papel de un personaje que está en una ventana y fui roleando lo primero que se me iba ocurriendo. Tirar de primera persona, con tono desenfadado, improvisado y cómico (no sé si absurdo, parodia o humor negro) es el mayor atajo para apañar un relato sin mucho trabajo.
Tarde de lectura
«A Clara le gustaban las vistas que tenía desde allí arriba, era un sexto piso, y pese a la dureza de la piedra ella encontraba confort en estar sentada sobre el alfeizar de la ventana.»
Ese “era” conviértelo en un “en” y quedará fetén, sin que parezca que estás empezando otra frase sin terminar la anterior.
Pues la historia me gusta, daría para un buen relato. Y digo daría porque esta versión está mal planificada. Para exponer la presentación-condición has usado 1/3 del relato, lo cual no es malo, y has usado gran parte del texto para contar cómo reacciona, pero el desenlace cambia totalmente el estilo porque te quedabas sin palabras y no te ha quedado más remedio que tirar de diálogos que suenan a culebrón del cutre. Te recomendaría reescribir la parte final con el mismo estilo que el resto, más narrado, sobre todo con el mismo detalle sobre los pensamientos y emociones de la protagonista, y menos diálogo con un villano de opereta.
Aún así, me parece sobradamente el mejor de todos.
La decisión
Qué tostón leer los pensamientos de ese protagonista. Espero que salte y se acabe esta agonía ya… La mía digo, la suya me da bastante igual.
¡Bien, ha saltado!
Mierda, todo era un sueño de Resines… Buf.
¿De qué están hechos los sueños?
Por el título, espero que no sea otro sueño de Resines…
Pues no, pero me has aburrido con tu divagar sobre no sé cuántas personas.
Imágenes de una vida
Bueno, no me has aburrido, porque es un relato breve. Pero me ha parecido una idea de relato muy simplona.
Respirar
Las comillas españolas se ponen pulsando Alt y tecleando en el numérico 174 y 175. De nada.
«Además, ¿Quién» ese quién es en minúscula, porque es la misma frase.
“No podía hacer nada más que esperar a que mí también despistado marido apareciese de recoger al pequeño Nico de natación o que quizá algún vecino curioso vislumbrase que una loca quería tirarse del 6º piso y viniesen los bomberos."
Eh, nada de spoilers de mi relato.
Pues el relato empieza interesante, pero al entrar en el rollo patatero contemplativo de la humanidad me has perdido. El final tiene demasiado azúcar y es descafeinado. Meh.
Comentarios de Novak Chokapic
Autor de Imágenes de una vida
Tarde de lectura
Un relato entretenido y bien escrito, salvo por algún despiste (“salta o te acuchilló”) y alguna cuestión de puntuación con las comas que creo que seguiría siendo debate ahora mismo, por lo que no voy a incidir mucho ahí. La historia puede no ser lo más original del mundo, pero está bien contada, se hace agradable de leer y por momentos me ha transmitido la angustia de Clara con el vértigo que yo tengo. Aunque yo jamás me sentaría así en una ventana, y menos me jugaría mi seguridad a poner un tope en ella.
Encerrado fuera
El relato empieza como uno espera de esta condición, me estaba pareciendo típico, pero tiene un toque de humor que resulta bastante chulo y creo que el final está muy bien llevado. Ante la vergüenza del protagonista después de toda la confusión, me gusta ese punto de “voy a hacerme pasar por suicida porque así es como salvaré mi dignidad y además todos se sentirán bien con la historia”. Es como una pequeña historia esperanzadora a partir de un acto de estupidez. Me gusta.
La decisión
Otro relato muy bien escrito. La verdad es que técnicamente poco puedo comentar por el momento de todo lo que he ido leyendo. Este, sin embargo, me parece mucho más típico, con un verdadero suicida como protagonista y el contexto de por qué y cómo llega hasta el momento de subirse a la ventana para tirarse, aunque hay una parte accidental que es la que justifica que la ventana esté cerrada. En cualquier caso, no destaca especialmente por su historia, pero tampoco es algo malo, porque se lee bien y creo que has conseguido que sea interesante leer la historia del protagonista por las pinceladas que vas dando de su vida.
¿De qué están hechos los sueños?
Otra historia de un suicida, pero esta vez me ha gustado más el planteamiento. De hecho, me han gustado mucho más los párrafos de Hank que los de John. Los de Hank, a pesar de un relato corto, son ricos en detalles, cuentan más cosas de él y del mundo en el que vive. Te permites cosas chulas, que a mí me gustan mucho, como lo de preguntarse por el cartel de la pizza estilo Chicago: parece que no aporta, pero cosas así son las que hacen meterte en una historia, en unos personajes y en el mundo que elaboras alrededor de ellos. Por su parte, los párrafos de John son prácticamente oníricos. No sabemos quién es, por qué se suicida y lo presentas como un dios que, sinceramente, esperaba que realmente fuera y que no quedara en un simple suicida. Tenía intriga por saber cómo iba a impactar John en la vida de Hank, y no esperaba que fuera de la forma más típica. Aun así, el relato me ha gustado bastante pero el final hace que no sea redondo.
Respirar
Este relato tiene algún tema técnico que comentar, como esas “comillas” extrañas usando < y >. Ahí simplemente podías haber usado la cursiva o las comillas << >> (no las pongo bien porque estoy escribiendo directamente en el foro). Tampoco usas el guión de diálogo, sino el corto (alguien te comentará cómo poder escribirlo en Word o similar). Y hay algún despiste, como que el teléfono tenía que estar descargado y no “cargado”, como finalmente pone. Sobre la historia, pues empieza como Tarde de lectura y acaba un poco como Encerrado fuera . Todos han sido relatos muy parecidos. Este es el que me ha parecido más flojo, quizá por el apartado técnico, pero ninguna de las historias me ha desagradado.
Imágenes de una vida - SALA DE PARTOS
No me suele pasar, pero esta vez he tenido que escribir por necesidad más que por gusto. Me ha tocado el turno de escritura en la peor semana que me podía tocar, por lo que necesitaba escribir algo rápido y todo lo eficaz que pudiera, pues tenía claro que no podía montar una historia que aprovechara el límite de 1000 palabras. De hecho, creo que no llego ni a la mitad.
Pero sí estoy satisfecho con la historia. Al contrario de la condición del stalker, una condición del tipo “El relato debe empezar con…” te permite escribir sobre lo que te dé la gana, siempre que cumplas esa introducción. Así pues, sabiendo que la condición invitaba a hablar sobre suicidas o intentos de asesinato, estuve pensando cómo contar algo completamente distinto, pero que empezara en lo alto de un rascacielos. Y así salió la historia del día típico de vacaciones de cualquiera de nosotros en una gran ciudad turística, cómo pasamos esas preciadas horas de tiempo libre haciendo colas y esperando a hacer cosas, cómo mucha gente actualmente sólo lo hace por postureo y para mostrar a los demás lo “estupenda” que es su vida. Y cómo otras personas, completamente desconocidas, se ven afectadas por esas imágenes “trucadas” y envidian una vida feliz, o un día concreto en particular, como el de Santiago, que de emocionante no tuvo nada.
No sé si gustará esta visión de la condición y de esta parte de la sociedad actual… Este relato tiene el doble filo de no gustar por “no aprovechar la condición de la ventana”. En ese caso, a ver si puedo dedicarle tiempo al relato de la repesca y presentar algo con lo que esté mucho más contento.