Tenía un título «superior» en Terapias Naturales del Real Centro Universitario Infanta María Cristina y se hacía pasar por doctor. Había fundad la «Clínica Esthetical Medical Center» de Vinarós, Valencia, y allí hacía rocambolescos diagnósticos, como el de un «fallo en las células entre neuronas que degeneraría en retraso metal cuando tuviese 18 o 19 años» a la hija de otro paciente, según la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que le condena a cuatro años y seis meses de prisión por «intrusismo profesional» y estafa a más de veinte personas que pasaron por su centro. El homeópata, dice el Supremo, carecía de la «titulación necesaria para ejercer actos propios de la profesión médica y aprovechándose de la creencia generalizada de que sí la tenía».
En la misma causa se condena también a J. L. M. P., quien sí tendría títulos de Medicina pero no homologados en España. Ambas sentencias aumentan las penas con respectos a las de la Audiencia de Castellón, que habían sido recurridas. Entre 2002 y 2009 se dedicaron a inyectar en diversas partes del cuerpo sustancias «no determinadas» que en el mejor de los casos eran inocuas. El homeópata recetaba productos como imbergriphin, mercuril, alginehn y oscilogrip, especifica la sentencia. Decína curar la ansiedad, la obesidad, celulitis e incluso malformaciones raras, como la enfermedad de chiari, por cuyos tratamientos podían llegar a presupuestar hasta 8.000 euros. Ambos condenados hacían desde autotransfusiones de sangre hasta liposucciones.
En esta causa se admitió como prueba de la acusación una grabación con cámara oculta . Este material audiovisual fue transmitido por Telecinco en un programa serial, realizada por una reportera que acudió a tres citas en ese centro estético. El Supremo valoró que el uso de cámara oculta no era «ilítico» debido a que cumplía con «los principios de proporcionalidad, necesidad y racionalidad al respecto».
Como cómplice del delito de estafa continuada se ha condenado a M.J.A, esposa del homeópata, quien trabajaba en el centro y le llamaba «doctor», a un año y nueve meses. Además deben pagar indemnizaciones por 137.000 euros , de los que 110.000 (5.000 por demandante) son por «daño moral».
Fuente: